viernes, 16 de abril de 2010

Sector 9

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Sector 9
es una de extraterrestres: un enorme platillo volador en el que llegan a la Tierra queda suspendido sobre Johannesburgo (Sudáfrica), en principio por una falla mecánica. No se sabe cuál es. Tampoco uno necesita saber todo lo que pasa en una historia para creer en ella. Si uno le hace muchas preguntas a esa historia, preguntas de las intrascendentes, preguntas que no se vuelven hacia uno, puede perderse lo mejor que tiene para ofrecerle esa determinada obra. Todo esto para decir que no me gusta ver películas con gente que busca errores escenográficos. El reloj que tiene puesto tal actor en una toma y a la siguiente no. Ese tipo de cosas.

El caso es que un grupo de soldados termina, para delicia de la expectación mundial, ingresando a la enorme nave que hasta entonces yació suspendida sobre los edificios, como una alteración freak, como un insoslayable ansuelo para multimedios que de pronto interrumpe el orden cotidiano de la ciudad.

Al entrar en la nave, los soldados se encuentran con unos bichos francamente horribles, que son los tripulantes, unos humanoides a los que en adelante, por su aspecto, todo el mundo empieza a llamar “langostinos”.

Los extraterrestres son un calco de lo peor de la humanidad. Y esa es la primera sorpresa de la película, que está producida por Peter Jackson, y que es la opera prima de un director bastante joven y promisorio que se llama Neil Blomkamp.

Los langostinos quedan doblemente presos. Primero, del amplio rechazo que emana de buena parte de la sociedad sudafricana (incluso, los habitantes negros, llegan a clamar: ¡que se vayan del mundo!, igual que el argentino medio exige que un boliviano o paraguayo se vaya de su país, porque en definitiva –cree– no hace otra cosa que sacarle su trabajo o un plan social, o lo que fuera que le esté sacando de la órbita del control que cree tener). Y segundo, ya en el plano material, los langostinos quedan presos en el Sector 9, una amplísima zona parte de uno de esos extrarradios que permiten a las ciudades esconder lo que no quieren mostrar debajo de una alfombra de postergación. Los alienígenas quedan cercados en este gran predio militarizado, un ámbito de características findemundistas.

Al margen de la alegoría del racismo, un tema ampliamente tratado a lo largo de la película con grandes y pequeñas dosis de ironía (un grupo de gangsters nigerianos segregan a los extraterrestres), Sector 9 habla, con sutileza y desparpajo, de la imposibilidad de aprendizaje. Es decir, habla del hombre como animal tozudo y destructivo a la hora de evaluar la potencialidad de lo que es diferente. Algo que en el plano de la verdad se parece a una media sonrisa con sabor amargo.

1 comentario:

Faca dijo...

Gran Pelicula!!. Me encanta que todo esto ocurra en Sudafrica y no en New York o Whashington como nos tienen acostumbrados este tipo de peliculas (¿Las Peliculas de extraterrestres ya son un genero?. Ademas me gustaron mucho esas escenas que tienen un registro de tipo documental.Auspicioso debut de Blomkamp y Peter Jackson ningun gil ehh.

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